Psicología del adolescente
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano en la que aparecen muchos cambios físicos, biológicos, psicológicos y sociales.
Cuando uno es niño nos sentíamos seguros de si mismo, sometiéndonos a la autoridad de los adultos, mientras que siendo adolescente, una vez sacudida esa autoridad, se siente inseguro, porque aún no ha madurado su propio criterio. La adolescencia es eso, la edad de las ansias, que el adolescente no sabe todavía de donde vienen y que le hacen fluctuar, sentirse descontento de si mismo y de cuanto le rodea. Es la etapa en la que no es niño, pero tampoco se es adulto. Sin embargo, quedan reminiscencias de la infancia, que no se quisieran tener, y se carece de los conceptos claros, del equilibrio y de la experiencia adulta. Se tiende a supervalorar la fuerza y el ímpetu propio, por eso es la edad del gusto por las aventuras en los varones; la edad del sentimentalismo en las muchachitas, cuyas cualidades específicas femeninas afloran entonces con ímpetu, y, en unos y otras, es la edad romántica de los héroes y entusiasmos desmedidos, porque deslumbra el mundo, hasta entonces insospechado, en que se penetra. Edad insegura por excelencia, y por ello, edad peligrosa. En la que son muy fáciles las desviaciones, si el ambiente no es el favorable. La creciente delincuencia infantil de nuestros días habla bien elocuentemente de los peligros de esta edad. Al final de ella, si el desenvolviemiento se ha realizado normalmente, se llega al equilibrio entre sentir y pensar. Viene entonces la primera juventud, la incorporación definitiva de la vida adulta.
En este periodo se distinguen dos etapas:
a) Comienzo de la adolescencia y auge de la misma: entre los 12 – 15 años aproximadamente.
b) Segunda madurez adolescente y comienzo de la juventud: entre los 15 -18 años por término medio.
En la primera etapa, la madurez somática de los órganos sexuales no está comunmente finalizada, pero si lo está el desenvolvimiento interno de la vida psíquica, cuyo fin primordial es independizarse de la tutela de los adultos, para incorporarse a la sociedad humana. Predomina el gusto por las aventuras sentimentales en las niñas, realistas en los niños. Comienzan a aflorar las perturbaciones del equilibrio sentimental, sexual. Hacen su aparición con arrolladora fuerza, los sentimientos sociales y, con ellos las ansias de independencia y energía vital. Se completa el desligamiento de los seguros instintos y sentimientos infantiles, y, como consecuencia comienzan a sentirse sordos impulsos, cuyo fin no es bien conocido todavía. Merced a tan encontradas influencias , el muchacho de esta edad es terco, poco manejable.
Por lo que respecta al amor, hay que distinguir dos formas del mismo: la simpatía que termina en amistad y el amor sexual. La necesidad de comprensión determina las amistades, que se manifiestan en las asociaciones libres y en la amistad puramente personal. Necesita apoyo y acude siempre a las personas más afines. Las muchachas sobre todo, tienen siempre interminables confidencias que hacerse.
Sienten veneración por las personalidades adultas que creen superiores. Contradictoriamente, el amigo se la atiende más que el padre. Al grupo de amigos más que a la familia. Es por ello que aqui radica la importancia de las buenas amistades y de las sociedades juveniles que persiguen fines y un buen empleo de las energías de los muchachos de esta edad.Y de aqui también los peligros de las amistades nefastas y de las malas compañías. En lo concerniente al amor sexual, conviene notar que el acercamiento de los sexos es, al principio, predominantemente espiritual. Se busca alguien que comprenda, ame y se goce en ser amado.
Fuente: Enciclopedia de Pedagogía / Psicología Lexus
Muy interesentante el blog, felicitaciones !!!!
Muchas gracias…